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El monte

El Monte de Santoña, el Buciero, ocupa más de la mitad de la superficie total del municipio. Antiguamente, sus laderas estaban roturadas con terrazas que se aprovechaban para el cultivo. Estos cultivos fueron desapareciendo y el curso de la naturaleza los ha convertido en laureles, avellanos, robles, etc. Las laderas este y norte limitan con el mar Cantábrico en forma de imponentes acantilados, los cuales configuran una preciosa costa, irregular y sinuosa. La playa de San Martín abriga al monte Buciero por su ladera sur, con vistas a las Marismas de Santoña y a la Bahía. El monte protege a la localidad santoñesa y a sus habitantes por su lado oeste, preservándolos de vientos estes y nordestes.

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